Otro amanecer maravilloso de colores y reflejos sobre el lago, de mañana salimos para el Cerro Catedral por un camino bien pavimentado, entre villas de montaña. En la base del cerro, un pueblo fantasma espera la llegada de la nieve, comercios de venta de artículos deportivos, restaurantes y paradores, todos cerrados. La tarifa para subir 75 argentinos cada uno.
El funicular nos lleva hasta el primer tramo del recorrido a la cima del cerro, en aerosilla completamos el segundo. Las vistas son espectaculares y se puede hacer un alto en el Pub de madera con gran terraza que permite ver hasta el cerro Tronador. Desde bebidas espirituosas hasta un buen chocolate caliente vienen bien a esta altura del día, y con la vista que regalan los ventanales del parador hasta Mafalda se tomaría una sopa de verduras.
Para la tarde nos vamos lejos, del otro lado de San Carlos de Bariloche, al Cerro de los Leones. Cavernas de formación volcánica constituidas de roca balística, muy parecidas a las Grutas de Arequita en Minas y que regentea el amigo Gustavo Alzugaray. Las formaciones del Cerro Leones se ven desde muchos kilómetros de distancia, desde la cima del Cerro Catedral, y desde aquí, en este día de aire muy transparente y puro, también se recortan en el horizonte los picos que dan nombre al Catedral.
Guillermo el muy buen guía del cerro, es paleontologo y nos relato la historia de estas tres cavernas que en una época eran frecuentadas por los pumas de la región. la tarifa para la visita fue de 70 argentinos cada uno. También se puede tomar el te en el parador del Cerro de los Leones a costo muy razonable.
Al regreso visitamos la Catedral gótica de piedra, obra del Arquitecto Bustillo de 1946, muy bonitos vitrales y amplios espacios de hondo contenido espiritual. Para la cena nos quedamos cerca de la Catedral, el restaurante del Hotel Islas Malvinas de la Armada Argentina ofrece un buen menu a precios adecuados.
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