Dejamos San Carlos de Bariloche, que por dos semanas nos regalo sus mejores días de otoño, sus colores, frutos y aromas, premiándonos con una espectacular nevada bajo su cielo azul, para despedirnos.
Transitamos pr la Ruta 40 y luego de tomar la 231 paramos en Villa La Angostura para comprar bizcochos y pasteles. Bordeando el Nahuel Huapi llegamos hasta la aduana argentina.
Remontando la cordillera hacia el paso Cardenal Samore vemos cambiar la vegetación de la selva valdiviana por el de bosque cerrado, a los 1100 metros de altitud, también comienza a nevar. Nos detenemos para sacar fotos de los caranchos y la nieve. Cruzamos el limite con Chile al pasar por el hito geográfico que hace homenaje al canciller del Vaticano que colaboro en el conflicto entre estos dos países. Nieva copiosamente.
Al bajar del lado chileno la selva valdiviana nuevamente luce todo su esplendor, nalcas, lianas, racimos de cañas, frondosos pinos, cipreses, alerces y arrayanes forman un túnel sobre la ruta, a lo lejos, de a tramos se ven las cascadas del deshielo en las paredes de la cordillera que completan el paisaje.
Luego de 41 km de caminos de montaña llegamos a la aduana chilena. En el control de sanidad vegetal, con personal atrevido y fuera de lugar nos revisaron bolso por bolso en busca de elementos "peligrosos" para la sanidad chilena. Su trofeo fueron unos frutos de rosa mosqueta que pululan a ambos lados de la cordillera.
La entrada a los valles es precioso, entre lagos y campos cultivados de tierra fértil llegamos a la ciudad de Ozorno. Linda localidad provincial donde almorzamos en el Restaurante Dino's frente a la plaza. A las 16.00 tomamos la ruta 5 hacia Puerto Varas. Ciudad de pescadores, con hermosas y centenerias casas históricas de madera. Dos miradores y una hermosa rambla circundan esta villa de colonos alemanes sobre el lago Llanquihue.
Rápidamente llegamos a Puerto Montt y buscando hotel llegamos al Gran Pacifico, como estamos en baja temporada obtuvimos,luego de un pequeño regateo una noche de novela a precios reducidos. para la noche en la terraza del hotel disfrutamos una excelente picada de mar con pisco sahuer, con una excelente vista. (Brocheta de salmón, ostiones, chupe de jalba, ceviche de salmón y otras variedades muy buenas)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario